Con una manera muy particular, habla de la vida y obra del maestro Horacio Ferrer, uno de los grandes trovadores contemporáneos del tango. Habla de su obra, de su primer libro, de su obra con piazolla, de sus libros en general y de sus encuentros con el maestro Horacio Ferrer.
Termina con un link a una canción, pero no sin antes citar estas bellas palabras con las que el maestro previó su despedida:
Moriré en Buenos Aires, será de madrugada
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
Un pequeño trozo de balada para mi muerte... en Todo Tango se puede leer completo: "
Balada para mi muerte"
Adiós Horacio Ferrer... ¡en el tango vivirás por siempre!
